Preguntas Frecuentes

¿Sientes que tu hiijo necesita ayuda?

No te quedes con la duda, nosotros podemos apoyarte y asesorarte acerca de tus inquietudes antes de que decidas tomar una terapia formal.

¿Mi hijo necesita Terapia?

En la medida en la que detectemos como padres algo extraño o que nos llame la atención través de los dibujos, el juego, sus sueños o la conducta es recomendable realizar una valoración de un posible conflicto. Siempre que se manifieste alguna sintomatología tanto psicológica como física, es muy probable que exista un conflicto interno en nuestros hijos. La intervención con el infante se llevará a cabo cuando presente un malestar clínicamente significativo, interfiriendo la problemática en uno o varios ámbitos de su vida. Aunque hay ocasiones en las que el trabajo es preventivo para evitar problemas mayores en un futuro. Es recomendable, no obstante, que los niños comiencen su desarrollo personal y espiritual desde pequeños y para ello necesitan ser guiados. La terapia no solamente tiene el objetivo de sanar, sino que además se trabaja con el objetivo de enseñar a los niños a recorrer su camino espiritual, su desarrollo en todos los ámbitos de su vida.

¿Cuánto dura la terapia?

Cada niño es único, por lo tanto, la duración de la terapia es impredecible, no obstante la terapia de media, suele durar varios meses, dependiendo de la problemática. Las sesiones suelen ser semanales, pero se valorará dependiendo del niño/adolescente y de la problemática.

¿Cuánto duran las sesiones y cada cuándo serían?

Las sesiones tienen una duración de 45 minutos. La frecuencia de las sesiones es por lo general de 1 vez a la semana, en casos particulares podría variar dependiendo de las circunstancias del niño.

¿Cuánto cuesta la terapia?

Depende de cada niño en particular. Después de conocer tu caso en particular te propondremos un plan de trabajo.

¿Cómo le explico a mi hijo que irá a Terapia?

Muchos padres piensan que su hijo sentirá que hay algo "malo"con él si va a un terapeuta. La realidad es que ese es un miedo de los padres. Aunque los niños pueden sentirse nerviosos la primera vez que acuden a terapia, una vez que se establece la relación terapéutica ellos se sienten cómodos, confiados y dispuestos a divertirse y ser creativos. Puedes decirle a tu hijo "Sé que has estado batallando últimamente, por lo que hice una cita con una persona que podrá ayudarte. Vamos a ir juntos a platicar con ella. Me dijoq ue tiene muchos juguetes con los que podrás jugar".